La revista “Educar y Orientar” de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) ha salido este mes de noviembre con un artículo dedicado a nuestra Fundación. En él, exponemos y defendemos nuestro modelo de educación inclusiva y resumimos los proyectos en los que actualmente estamos trabajando.
CONOCEMOS LA FUNDACIÓN UNICAP
Uniendo Capacidades (FUNDACIÓN UNICAP) somos un equipo transdisciplinar de profesionales motivados por la necesidad de dar respuesta de manera eficaz y real a una educación inclusiva y social. Reconocemos a los alumnos y alumnas como personas libres y capaces que se encuentran en periodo de crecimiento, de modo que nuestra misión es trabajar para potenciar el desarrollo integral de cada uno, siendo siempre respetuosos con sus propios ritmos de aprendizaje.
Nuestra visión es un centro plural que acoja a todas las personas y fomente la colaboración entre las familias, alumnado y profesionales, que se implique con el entorno y el conjunto de la sociedad y guíe todas sus actuaciones desde el respeto a los derechos humanos y el principio de convivencia democrática… Deseamos que todos los miembros de la Comunidad Educa va formen parte ac va de la vida del centro. Un centro con proyección de futuro, que eduque para la vida y reconozca a las personas como ciudadanos de derecho capaces de realizarse como personas.
Nuestros valores se resumen en los siguientes aspectos: inclusión, con anza, equidad, innovación educa va, coeducación, educación emocional y calidad de vida.
¿Qué hacemos?
Investigación educativa, para construir proyectos fundamentados en las bases psicopedagógicas y neurodidácticas que sustenten diseños instructivos adecuados y personalizados; proyectos que permitan atender a la diversidad de estilos de aprendizaje y capacidades individuales, que sienten las bases de una educación completa y personalizada.
Actividades
Nuestra labor es la transformación de centros educativos no universitarios (0-18) de toda clase de enseñanzas y aprendizajes, incluida la formación profesional, que apliquen el método e innovaciones educativas que constituyen los fines de la Fundación. Además de la creación de espacios lúdicos, deportivos, culturales y naturales que a endan al desarrollo integral de las personas e implantación de cursos y másteres especializados para la formación de profesionales y familiares.
Ayudamos también a diseñar y planicar la formación permanente y actualización de los profesionales de sanidad y educación en los avances tecnológicos para afrontar los retos de la atención a la diversidad de las aulas. En especial, la formación de metodologías activas y la educación emocional como pilares para la eficacia docente.
Proyectos de la Fundación
“HILANDO VIDAS”. TUS MANOS CUENTAN, TUS PALABRAS CUENTAN…
Dar la bienvenida a un hijo es siempre un momento ÚNICO… Y por ello es necesario acoger todas las realidades de cada familia, porque en ese momento tan especial, la familia también puede estar dando la bienvenida a una realidad inesperada, por lo que la comunicación es de vital importancia pues en estos momentos surgen los hilos que darán lugar a la persona.
“CREANDO RAÍCES”. NUESTRO PROYECTO DE ATENCIÓN TEMPRANA
El proyecto Creando Raíces es el puente o nexo de unión entre los proyectos Hilando Vidas (proyecto sanitario) y Dibujando Miradas (proyecto educativo).
Creando Raíces es un proyecto de ATENCIÓN TEMPRANA que basa sus principios y valores de intervención en unas Prácticas Centradas en la Familia y en los Entornos Naturales, como un sistema integral y coordinado de prestación de servicios. Otorga a la familia un papel esencial en la identificación de necesidades, planificación de recursos y servicios prestados y evaluación de los objetivos concretados, respetando sus prioridades y decisiones.
“DIBUJANDO MIRADAS”. NUESTRO PROYECTO DE EDUCACIÓN. RESPETA MIS CARGAS, CONOCE MIS CAPACIDADES, CONECTA CON MIS SENTIMIENTOS…
Empatizar y desarrollar habilidades intrapersonales e interpersonales entre los distintos miembros de la comunidad educativa que permita un clima adecuado para favorecer los aprendizajes, tanto los curriculares como aquellos que serán fundamentales para la vida. El cerebro funciona como un todo, en el que se entremezclan los emotivo y cognitivo, y la enseñanza debe respetar este principio, ofreciendo espacios, recursos y actividades que desarrollen todo su potencial humano.
Objetivos
• Dotar al educador (independientemente de su especialidad) de las estrategias, cognitivas y emocionales, necesarias para dar una respuesta adecuada en su aula.
• Informar y formar sobre lo que es la educación inclusiva.
• Informar sobre los derechos humanos y el cumplimiento de estos con respecto a la educación inclusiva.
• Dotar al docente y la familia de herramientas de educación emocional que permitan desarrollar una enseñanza acorde con los principios de la neurodidáctica actual.
• Empoderar a la familia para mejorar la calidad educativa de sus hijos, a través de asesoramiento, formación, conferencias, talleres y espacios de reflexión.
¿Cómo es nuestra mirada?
Pretendemos llevar a cabo un proyecto de sensibilización y formación en la sociedad. Ofrecer un cambio de mirada en los profesionales, para no centrarnos en los déficits, sino reforzar las habilidades y diferentes capacidades.
Dejamos el ser, por el tener, reconociéndole como individuo por encima de un rasgo propio de su persona. Descubramos que es el entorno el que discapacita.
Teniendo como estrella guía el “Index for inclussion”, creemos que una inclusión real es posible siguiendo las tres líneas de acción que conforman las tres dimensiones del Index:
¿Qué ofrecemos en Dibujando Miradas?
Ofrecemos un cambio de mirada en los profesionales, para centrarnos en la riqueza de la diferencia como un valor añadido al grupo, reconociendo la capacidad en lugar de dejar latente el déficit.
La inclusión es un derecho, y por eso pretendemos ponerlo en práctica en los centros educativos. Porque los derechos se ejercen.
Sabemos que no siempre es fácil, pero desde UNICAP proponemos empezar por un cambio de mirada y un hilo del que tirar para comenzar a dar ese paso INCLUSIVO.
¿Qué hacemos en Dibujando Miradas?
• Talleres vivenciales. Estos talleres pueden orientarse al claustro de centros escolares, a profesionales de la edu-cación, Universidades e incluso a empresas fuera del ámbito educa vo, especialmente a aquellas que cuen-ten con un área de Responsabilidad Social Corpora va. Sabemos que el camino que proponemos en favor de la inclusión puede generar que el profesional, el sistema, tenga que “desaprender” aquel conocimiento que con- sideraba como inamovible para “aprender” una nueva forma de mirar al niño y a la niña… el resto consiste en no tener miedo a equivocarse.
• Capacitación. Orientada a Claustros. Proponemos una metodología de trabajo inves gación/acción, involu-crando al personal del centro como coinvestigadores en todas las fases del proceso.
Desarrollar actividades de educación emocional completando la formación completa que permita adquirir un mejor conocimiento de las emociones propias, identificar las emociones de los demás, desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones, prevenir los efectos perjudiciales de las emociones nega vas, desarrollar la habilidad para generar emociones posi vas, desarrollar una mayor competencia emocional, desarrollar la habilidad de automotivarse y adoptar una actitud positiva ante la vida.
• Asesoramiento. Dirigido a Claustros, Profesionales de la educación, Familias y Empresas… Este servicio da res-puesta a aquellos centros que desean mejorar sus prác-cas inclusivas para lograr la mejor respuesta a todo el alumnado. Desde este punto de par da, nuestro equi-po evalúa, realiza una propuesta concreta a sus nece-sidades y trabaja junto al personal docente para lograr un impulso, fortaleza y ajuste de medidas, contenidos, material, técnicas y ac vidades que logren una buena inclusión de todo el alumnado dentro del aula; un aula a la medida de todos y para todos. U lizamos una meto-dología de trabajo que contempla las necesidades de la familia y del centro, coordinando en cada etapa a todos los actores que par cipan en el proceso.
Desde la Fundación con amos en las fortalezas que posee todo individuo, favorecemos que triunfe y disfrute en la es-cuela. Implicando y asegurando un entorno natural ade-cuado facilitará el escenario de desarrollo óp mo, como campo de conocimiento y descubrimiento.
Desde Unicap, ponemos el énfasis en la ac tud que pue-de tener el profesional docente para que el alumnado viva su escolaridad como algo posi vo y pueda “disfrutarla”, siendo un lugar seguro para desarrollarse favoreciendo la expansión del yo y la relación con su entorno, permi endo que pueda dar lo mejor de su persona.
También consideramos fundamental la educación emo-cional, como pilar básico para entender, comprender
• Adaptación de materiales. Dirigido a Claustros, Profe-sionales de la educación, Familias y Empresas… ¿qué ocurre cuando los maestros necesitan su empo? Des-de la Fundación creemos en el respeto de los ritmos de los niños y niñas y no va a ser menos con el profesorado. Cada uno necesita su periodo de transformación, nece- sita creer en aquello que se le está contando y necesita vivencias para comprobar que realmente SE PUEDE.Con el material adaptado, puede comprobar cómo la guía y el material pueden ayudarle a él o ella y puede servirle como el único recurso escrito necesario para todo el alumnado.
TESTIMONIO DE MÓNICA ESTACIO, PRESIDENTA DE FUNDACIÓN UNICAP
Todas las personas tenemos algún tipo de déficit: utlizamos gafas, audífonos, llevamos implantes dentales, corregimos con metal la posición de los dientes…, pero estos déficits no provocan una discapacidad. Discapacidad es el espacio que se crea al encontrar barreras que impiden la plena inclusión de la persona en la sociedad. Inclusión no es más que romper las dificultades que existen entre dos personas, una de ellas con algún tipo de discapacidad; al resto, lo llamamos déficits.
Partiendo de esta base, al nacimiento de nuestro hijo con Trisomía 21 y discapacidad visual y auditiva, sólo le veíamos oportunidades… Oportunidades para crear una sociedad más equitativa y de accesibilidad universal como corresponde en un siglo XXI; oportunidades de generación de cambios en las aulas al comparar espacios para todos y fomentar la paciencia, el respeto, el compañerismo y el apoyo mutuo al aprendizaje; oportunidades para mejorar un sistema sanitario y educativo que vea a todos sus usuarios y rompa barreras de acercamiento y comprensión; oportunidades para crear un mundo mejor para todos basadas en los derechos humanos… Todo el resto que llega de la mano de un niño con discapacidad, lo dejo para hablarlo con la almohada, con ese respeto, intimidad y amor que merece…
En nuestra familia hemos ido aprendiendo mucho desde entonces, convirtiéndonos en esos expertos en materias que resultan imprescindibles en cada paso que nuestro hijo va dando. Y también hemos aprendido a jugar mucho, a divertirnos, a agradecer a la vida cada momento que vivimos y a sonreír con paciencia, a caminar despacio y a vivir entre dos tiempos.
Poco a poco, según nuestro hijo iba avanzando de etapa escolar, descubrimos el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), la metodología Montessori, el trabajo cooperativo, el aprendizaje por rincones, Numicom, Aloha… aplicar todas estas teorías en un hogar, fue un reto constante. Sentíamos que la escuela no era suficiente, que la implicación, en la mayoría de los casos no era adecuada y que el potencial que se perdía por el camino, era demasiado. Aprovechamos cada momento familiar para convertirlos en retos divertidos, en instantes de crecimiento y autonomía, en días donde expresar emociones cantando y haciendo teatro. Frente a libros de texto imposibles, de letra pequeña y colores estridentes que aumentaban cada vez más las diferencias, creábamos materiales limpios, divertidos y dinámicos y reforzábamos los conceptos a través de tareas vivenciales donde podía palpar, ver y observar cambios reales, características propias y conceptos nuevos.
Nuestro actual currículum educa vo, no está diseñado para todos, para la diversidad de las aulas, para las inquietudes de los niños y niñas de nuestra actual sociedad; el currículum actual se reduce a un bole n de notas donde se califican conceptos numéricos sin tomar en cuenta otros aspectos primordiales como las emociones, las habilidades sociales o el esfuerzo.
Como bien establecen los principios del DUA, éste nos muestra que la variabilidad entre alumnos es la norma, no la excepción, por lo que el plan de estudio debe ser adap-table y exible a las diferencias individuales y no al revés. El equilibrio que hay que obtener entre los apoyos y los desafíos, son una parte importante. Porque no se trata de facilitar el aprendizaje uno a uno, sino convertirlo en un gran reto a lograr a través de esfuerzo y apoyo dentro de un grupo de aprendizaje donde se contemplan toda clase de varianza. Lo interesante es mantener esas dificultades deseables al mismo tiempo que se eliminan las dificultades no deseables. No es cambiar, es aceptar. No es subyugar, es dirigir. Nuestra casa es un lugar estimulante, alegre, dispuesto a un aprendizaje con nuo a través de estimulos adaptados a las necesidades de mis hijos. No es una escuela, es la vida, tal y cual, con sus retos y problemas, con materiales al alcancede la mano que nos susurran conocimientos.
El camino hacia una inclusión real es in finito, largo y costoso. Empezando por la necesidad imperiosa de lograr un cambio de mirada en los profesionales que están estrechamente vinculados y de una manera primordial, personal sanitario y docente, en todas sus estructuras. Porque nuestra Constitución y los Derechos Humanos hablan que tanto la educación como la sanidad, son derechos Universales primordiales para cualquier ser humano.
Aunque tengamos la formación, aunque existan posibilidades de formación y recursos… ¿qué haremos si tenemos a maestros, monitores, tutores, logopedas, pedagogos, orientadores… que no creen en las posibilidades de todos los alumnos? Quizás tendremos aulas “integradoras” donde los niños y niñas con diversidad formen parte del mobiliario del aula durante unos años, sin derecho a ser reconocido el esfuerzo de aprendizaje al finalizar cada etapa… pero no lograremos llevar a esos alumnos hacia su máximo potencial, desarrollando sus habilidades más fuertes y minimizando sus dificultades para crear seres de plena capacidad que tengan cosas que aportar a nuestra sociedad en un futuro.
Isaac lucha cada día por mejorar, por aprender, por retar a sus dificultades. Ha aprendido a leer a base de tesón, a sumar a base de repetición, a conocer nuestra geografía con esfuerzo y pasión. Va marcando vidas allá donde va porque es poseedor de una amplia y constante sonrisa que todo lo impregna, de una empatía digna de admirar y una resiliencia que lo caracteriza. Hay muchas personas que le enseñan cosas, pero él es maestro de tantas otras.
La inclusión otorga posibilidades de mejora en calidad humana, en principios éticos, en empatia, en emociones (las grandes olvidadas en los centros escolares). Nunca hemos contemplado que la educación deba ser de otra manera porque defendemos que todos los niños, tienen derecho a aprender con equidad de condiciones.
Pero a la vez me pregunto, ¿estamos dispuestos a salir de nuestra área de confort para formar parte de esa colectividad en plenitud, con la responsabilidad que conlleva ser ciudadano de una parte cualquiera del mundo?, ¿estamos dispuestos a tender nuestra mano y ayudarlo a salir de este confort relativo empujando con amor y Fe hacia un nuevo camino?
Isaac sin duda, nació para marcar vidas, al menos las nuestras. Llegó siguiendo a su hermano mellizo y, desde entonces, no lo ha dejado de mirar como a un héroe. Sus discapacidades atravesaron cada barrera y encontraron siempre un aliado con quien caminar de la mano.
Mucho esfuerzo y tesón, horas en busca de movimientos preparados para llegar a un desarrollo ideal. Aprendizaje, cansancio y siempre sonrisas…
Aprendió a caminar, como cualquier otro niño, aprendió a comer solo, como toca cuando eres el tercer hermano y no hubo nada que se interpusiese entre su deseo y la persistencia de seguir un sueño.
Los inicios en el patio de la escuela infantil fueron difíciles porque la presencia de vértigos y dificultad visual debido a un nistagmus y una miopía magna, reducían mucho su aprendizaje y libertad en el tobogán, al subir a un columpio o apenas al intentar usar un triciclo. Recuerdo cómo a veces se chocaba con las columnas al girar y simplemente decía:- ¡Uyy, estoy tonto!… seguido de una enorme carcajada. Y así fue milimetrando, calculando y aprendiendo de distancias, de la mano de Once y su afán por búsqueda de libertad. Y bailó, hizo teatro, escalada, natación, sumersión … y es muy muy feliz por estar, participar y lograr su desarrollo. Y viaja, mucho, y siente, a raudales y vive, intensamente.
Hemos viajado, mucho y seguimos descubriendo miles de lugares donde crecemos por segundos.
Ahora son años de lecto-escritura, aprendizaje, geografía, ciencias naturales… Adaptamos materiales y momentos y poco a poco llegamos a los objetivos marcados, pequeños, alcanzables y muy valiosos. Nada mejor que aprender sobre la bahía cuando estás en ella.
Y continuamos adaptándonos y aprendiendo de cada nueva dificultad, siempre a través de las oportunidades que la vida nos trae y que a veces llegan de gente maravillosa que encontramos por el mundo y dijeron: “¡sí se puede!”
Seguimos viviendo cada momento, sin proyectar futuros y ya pensando y diseñando lo que nos tocará en un tercero de primaria exigente. Sabemos que no será un camino sencillo, sabemos que la inclusión se hace caminando pero…“¿quién dijo miedo?” Allá vamos.
DISEÑO UNIVERSAL PARA EL APRENDIZAJE Y SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
Según la Dra. María Antonia Casanova, referente en Educación Inclusiva, el reconocimiento y la aceptación de las diferencias individuales y de grupo como un elemento de enriquecimiento social y, además, como un derecho humano que debe ser respetado por todos, obliga a que la educación considere esta realidad como algo constitutivo de su quehacer esencial, tomando medidas que deriven en un diseño curricular exible, accesible a cualquier persona, que permita el progreso y el aprendizaje permanente en su mayor y mejor versión para el conjunto de la población.
Se trata, en definitiva, de procurar que el sistema se adapte a las características de su alumnado y no seguir insistiendo en que sea la persona que se educa la que tenga que cambiar para ajustarse al sistema obligatorio. Es decir: de hacer realidad la educación inclusiva, legalmente vigente en nuestro país.
Partiendo de la realidad innegable de que los hechos educavos se producen en los Centros docentes y, más en concreto, en sus aulas, la solución más directa radica, según María Antonia Casanova, en construir el denominado Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), que propone tres principios que favorecerán la accesibilidad curricular al mayor número de alumnos y alumnas (o sea, a todos) y que en ningún caso resultará inviable por su inflexibilidad y su rigidez, lo cual levantaría barreras para el aprendizaje de buena parte de la población que debe adquirir competencias básicas a través del mismo. El CAST (Centro para la Tecnología Especial Aplicada) comenzó su trabajo hace más de veinticinco años, partiendo del concepto de diseño universal aplicado a la arquitectura y al desarrollo de productos, promovido por Ron Mace, de la Universidad de Carolina del Norte, trasladando los principios más apropiados hacia el ámbito educativo, de modo que se convirtieran en promotores y facilitadores del aprendizaje dentro de un modelo de inclusión en las aulas. La Guía para su aplicación, compilada por David H. Rose y Jenna Wasson, ofrece alterna vas variadas para la implementación de los principios en que se basa este Diseño. De modo sintético, la doctora enumera a continuación los tres principios básicos del DUA, que resultan imprescindibles para alcanzar la equidad y la educación de calidad exigida por la sociedad actual para sus ciudadanos.
Principio I: Proporcionar múltiples medios de representación.
El alumnado percibe y comprende la información que se le muestra de diferentes modos. Quien presenta algún déficit sensorial, dificultad de aprendizaje, diversidad cultural o de idioma, necesitará medios distintos para acceder a los contenidos de aprendizaje, bien sean visuales, auditivos, etc. Lo interesante, en este principio, es ofrecer diversidad de caminos que faciliten la accesibilidad curricular.
Principio II: Proporcionar múl ples medios de acción y de expresión.
También es diferente la forma de expresarse de los estudiantes, en función de sus características singulares. Una discapacidad motora, la predominancia de un talento determinado, la alta capacidad intelectual, un déficit de atención con o sin hiperactividad o un idioma diferente, obliga a modalidades de expresión muy distintas, de manera que su dominio competencial obligará a que pueda ser manifestado en formas variadas. La expresión verbal (oral o escrita), la icónica, la gestual, etc., se considerarán como válidas durante las aplicaciones curriculares.
Principio III: Proporcionar múl ples medios de mo vación y compromiso.
Conseguir la motivación de los estudiantes y su compromiso con el propio aprendizaje requerirá de vías diferenciadas de acceso. Unos se asustan ante la novedad, mientras que a otros les resultará atractivo el cambio. Estas y otras muchas variantes deben tenerse en cuenta en los planteamientos curriculares, con objeto de alcanzar su universalidad. Igualmente, será necesario valorar de forma continua todo el trabajo que realiza el alumnado, de forma que se sienta estimulado para seguir aprendiendo.
Son principios sencillos para llevar a la práctica y que se pueden aplicar de manera inmediata en las aulas, sin necesidad de grandes innovaciones, aunque sí importantes, según la situación en que cada Centro se encuentre, continúa explicando María Antonia Casanova. Un buen docente, aunque haya sido de modo intuitivo, los ha usado siempre: de lo contrario, pocos habríamos llegado a aprender de forma satisfactoria. Por ello, la implementación de estos principios constituye un buen punto de partida para la educación inclusiva desde este momento.
Una última observación: como se comprueba, fundamentalmente el DUA propone cambios metodológicos y de procedimientos de evaluación, beneficiosos para todos. Por eso se pueden aplicar de inmediato sin necesidad de nueva normativa legal: es el docente, manejando su autonomía pedagógica, el que decidirá cómo enseñar y evaluar a su alumnado.
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